Yo tenía una amiga que siempre necesitaba hacer dos cosas a la vez para poder concentrarse. Así, cuando veía una película, tenía que coser en un pañuelo las iniciales de sus seis primeros apellidos; cuando leía un libro, tenía que jugar entre sus dedos con una moneda antigua; cuando escuchaba ópera, tenía que planchar ropa de cama; cuando charlaba con sus amigos, tenía que hacer crucigramas que nunca acababa de completar. Cuando amaba a un hombre tenía que pensar en cómo iba a olvidarlo.
miércoles, 24 de febrero de 2010
LA PREVISORA
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